Materiales compuestos de matriz metalica
Materiales compuestos de matriz metálica
Bajo el epígrafe "material compuesto de matriz metálica (MMC)", podrían incluirse dos grandes familias de materiales: aquellos materiales destinados para aplicaciones de corte y desgaste (carburos cementados, aceros reforzados con carburos, etc.) y aquellos materiales de alta rigidez, resistencia y módulo específico, normalmente destinados para aplicaciones estructurales en la industria automotriz o aeronáutica. El primer grupo de materiales se basa en matrices de metales de transición (Co, Fe, Ni) y el segundo en aleaciones ligeras (base Al, Ti, Mg). Pese a que en buena ortodoxia, ambas familias caen bajo el paraguas de los MMCs, en la mayoría de tratados y revisiones únicamente se considera como tales los materiales pertenecientes a esta última familia, considerando a casi todos los materiales del primer grupo bajo la definición de "metal duro".
Siguiendo esta línea, el objeto de esta
revisión serán aquellos materiales normalmente utilizados por su alta
resistencia y módulos específicos y no por su extrema dureza o resistencia al
desgaste. Los MMCs forman un grupo de materiales de los más estudiados en las
dos últimas décadas. Una de las causas por la que se desarrollaron los
materiales compuestos es la obtención de propiedades imposibles de conseguir
con un material monolítico. El diseño óptimo de un componente demanda un
conjunto de propiedades, como por ejemplo, una alta rigidez o resistencia con
mínimo peso o mínimo coste; o bien en el diseño de propiedades termomecánicas
una máxima transferencia de calor junto con una mínima distorsión térmica, o
todas estas propiedades juntas. Por ello, el mejor material es el que posee el
perfil de propiedades que más se acerca a las definidas por el diseño. El
material que optimice estas combinaciones es el que merece la pena fabricar
MATRICES UTILIZADAS PARA LA FABRICACIÓN DE MATERIALES
COMPUESTOS DE MATRIZ METÁLICA
Las funciones que tiene la matriz metálica en
los materiales compuestos son las siguientes
- Proteger las fibras o
partículas del ambiente exterior (aire, humedad,...)
- Propiciar la unión solidaria de los
elementos que constituyen el refuerzo: unir las fibras entre ellas, pero
separarlas para evitar la transmisión de grietas a través del compuesto, sobre
todo en el caso de un refuerzo con fibras continuas.
- Repartir y transmitir
las cargas de los elementos de refuerzo. En general, para que la transmisión
sea óptima, la matriz debe deformarse plásticamente para tensiones netamente
inferiores a las que está sometido el compuesto, y que su deformación sea
inferior a la correspondiente a la rotura. La matriz no deberá tener un módulo
de elasticidad demasiado elevado.
- Por último, las
condiciones de utilización particulares del compuesto pueden exigir que la
matriz presente buena resistencia a la corrosión o a la oxidación, o una buena
resistencia mecánica en caliente. Es prácticamente imposible nombrar todos los
metales o aleaciones que se emplean en la fabricación de MMCs, bien en estado
de desarrollo o bien industrialmente.
Así, las aleaciones más
comúnmente empleadas en materiales compuestos de matriz metálica son las
ligeras: del aluminio (principalmente de las series 2000, 6000, 7000 y 8000).
El titanio y sus aleaciones (aunque en algunos casos presentan el problema de
reacción química con el refuerzo durante el procesado a temperaturas elevadas,
lo que deteriora las propiedades del compuesto obtenido) y el magnesio y sus
aleaciones (que presentan graves problemas de corrosión). Destacar que en los
últimos años, la posible utilización de intermetálicos y superaleaciones como
matrices está siendo objeto de intensas investigaciones. El mayor inconveniente
que presentan estos materiales para su uso es la baja ductilidad. En la tabla I
se muestran propiedades relativas entre distintos metales ligeros empleados
habitualmente como matrices en MMCs.
REFUERZOS EMPLEADOS EN MATERIALES COMPUESTOS DE MATRIZ
METÁLICA
Las funciones que tiene un material de
refuerzo en MMCs son las siguientes
- Soportar las tensiones
que se ejercen sobre el compuesto.
- Aumentar las
características mecánicas de la matriz, su dureza y resistencia al desgaste
(sobre todo en el caso del refuerzo con partículas).
- Mitigar los fallos de
estas características con el aumento de temperatura. - Frenar o detener la
propagación de grietas a través del compuesto y el desarrollo de las fisuras.
Las fases de refuerzo se pueden clasificar en tres categorías; fibras continuas,
whiskers y partículas. Generalmente, se habla de la gran mejora que, desde el
punto de vista de las propiedades mecánicas, pueden obtenerse mediante fibras
continuas, reforzando en la dirección de la tensión aplicada, mientras que con
whiskers y partículas, se experimenta una disminución de resistencia, pero se
tiene una gran isotropía en el material
INTERFASE MATRIZ REFUERZO
La interfase
matriz-refuerzo condiciona las propiedades mecánicas finales de los compuestos.
La transmisión y reparto de las cargas aplicadas al material compuesto se
efectúa por la unión existente entre matriz y refuerzo. Si la unión no es
buena, la matriz soportará la mayor parte de las tensiones y la función de los
refuerzos será nula. La interfase es, pues, una región de composición química
variable, que constituye la unión entre la matriz y el refuerzo, y que asegura
la transferencia de las cargas aplicadas entre ambos.
Los principales
parámetros necesarios para obtener una interfase "ideal" son:
- El mojado (entendiendo
como mojado la aptitud de un líquido a extenderse sobre un sólido, propiedad de
alto interés cuando el conformado pasa por la infiltración de una
preforma-refuerzo por un fundido-matriz) entre la matriz y el material de
refuerzo debe ser bueno.
Aquí interviene la naturaleza termodinámica de
los diferentes elementos y, en especial, sus energías superficiales.
- Deben existir fuerzas
de unión suficientes para transmitir los esfuerzos de la matriz al refuerzo.
- Las uniones deben ser estables en el tiempo
y sobre todo en el rango de temperaturas de utilización del compuesto.
- Las zonas de reacción
entre la matriz y el refuerzo deben ser reducidas y no afectar a los elementos
de refuerzo.
- Los coeficientes de
dilatación térmica de la matriz y de los refuerzos deben ser similares para
limitar los efectos de tensiones internas a través de la interfase, sobre todo
al utilizar el compuesto a altas temperaturas. Es difícil clasificar los
distintos tipos de uniones, aunque se puede realizar una clasificación según el
tipo de reacción química que se desarrolla entre la matriz y los refuerzos:
- La matriz y los materiales de refuerzo son
no reactivos e insolubles.
- La matriz y los materiales de refuerzo son
no reactivos pero solubles.
- La matriz y los elementos
de refuerzo reaccionan para formar un tercer componente en la interfase. En
primer lugar, se deben considerar las uniones de tipo mecánico, en las que no
tiene lugar ninguna reacción química. Este tipo de unión puede existir en el
caso de refuerzos que tengan la superficie rugosa. La ausencia de unión química
conduce a un material compuesto con propiedades mecánicas mediocres. La unión
con mojado y con disoluciones tiene lugar en los compuestos reforzados por casi
cualquier elemento, excepto con los óxidos. La matriz moja y/o disuelve
parcialmente los elementos del refuerzo, sin que se forme ningún compuesto
entre ambos, existiendo interacciones electrónicas a corta distancia
(distancias atómicas).
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